La creatividad y la resiliencia: lecciones de una clase de Arte
por María Soledad Aguilar
El objetivo de la educación artística es ayudar a niñas, niños, adolescentes y adultos a convertirse en ciudadanos activos y pensadores críticos con mentes llenas de preguntas y curiosidad dotándoles del potencial necesario para expresar sus pensamientos, sentimientos e ideas de diferentes maneras, entiendo y acogiendo diferentes perspectivas.
Cuando la educación artística como todos los sectores de la sociedad y como todas las materias de una escuela, tuvieron que enfrentar la crisis, la distancia y la pantalla que nos trajo la pandemia, era hora de poner en práctica lo enseñado y así el arte lo enfrentó con creatividad y poniendo en práctica el aprendizaje socio emocional dotando a los niños de una las herramientas más valoradas en tiempos de crisis: la resiliencia.
Nueve grandes aprendizajes de una clase de Arte:
- Ser pensadores creativos.
- Aprender habilidades de pensamiento creativo y aplicarlas fuera de la clase.
- Usar mentes y manos para resolver problemas.
- Identificar problemas que necesitan ser resueltos.
- Generar ideas, estar abiertos y atentos a nuevas perspectivas.
- Expresarse de cualquier forma es comunicar.
- Expresarse de cualquier forma es liberador.
- Expresarse con respeto nos ayuda a la auto comprensión y la empatía.
- Enfrentar los inicios con creatividad, superando el miedo e incertidumbre de la hoja blanca… ¿Y ahora qué hago?
El arte comunica, es un diálogo con los otros, pero es también un diálogo con uno mismo, es un diálogo espontáneo sin ataduras ni prejuicios.
Foto de portada tomada de: Watercolor photo created by freepik