Escuelas mas atentas al bienestar mental
por María Soledad Aguilar
¿Sabías que más de la mitad de los estudiantes experimentarán un acontecimiento traumático antes de llegar a la edad adulta? Cada año, los educadores enfrentan el proceso de enseñanza aprendizaje con uno o varios estudiantes que han sufrido algún tipo de trauma y si a esto sumamos la sociedad convulsionada en la que vivimos entre pandemias, tiroteos, guerras e inseguridad estos datos podrían subir exponencialmente. Es posible que no sepan qué niños de una clase han sufrido un trauma, pero la forma en que su escuela reacciona y apoya a estos estudiantes puede tener consecuencias duraderas.
Los niños con estas experiencias suelen presentar problemas de aprendizaje o de comportamiento relacionados con la forma en que el trauma influye en el desarrollo del cerebro. Por esta razón, es importante tratar a cada niño con compasión y considerar las raíces de sus acciones. La pregunta con la que debemos abordar a los alumnos nunca debe ser: "¿Qué te pasa?". En su lugar deberíamos plantearnos: "¿Qué ha pasado que ha influido este comportamiento?
El trauma se define como una respuesta a un acontecimiento negativo o a una serie de acontecimientos que sobrepasa las habilidades de adaptación ordinarias del niño. Estos acontecimientos pueden sobrepasar la respuesta al estrés debido a la forma en que el trauma infantil afecta al cerebro, puede inhibir seriamente el bienestar de un niño, especialmente si no tiene acceso a apoyo.
Los investigadores educativos suelen referirse a los traumas infantiles como experiencias adversas en la infancia. Es decir es cualquier acontecimiento traumático que ocurre en la infancia, en la edad de 0 a 17 años.
Los efectos de los traumas en la primera infancia pueden ser profundos y durar hasta la edad adulta.
Las zonas más propensas a verse afectadas en la infancia son el hipocampo, el córtex prefrontal y la amígdala, que controlan las siguientes capacidades, respectivamente:
Aprendizaje y memoria Toma de decisiones, atención y autorregulación Regulación emocional
Los traumas infantiles pueden adoptar muchas formas y afectan a los niños de manera única, dependiendo de factores como su edad o su etapa de desarrollo cerebral. Su personalidad, su historia previa de traumas, los apoyos escolares y familiares y la relación con la fuente de su trauma también influyen en los niños y niñas.
Las prácticas informadas por el trauma pueden ser una forma crucial de ayudar a los estudiantes que de otro modo podrían tener dificultades en clase debido al trauma. Si los educadores pueden reconocer a los estudiantes afectados por expericiencias adversas a la infancia y apoyarlos como sea posible, a través de adaptaciones en la clase o una derivación a un especialista en traumas, por ejemplo, entonces las escuelas serán más seguras y estarán mejor equipadas para servir a todos los niños.
De hecho, la atención informada por el trauma podría considerarse una necesidad universal para la práctica de la atención primaria.