Y esto cuánto durará?
por María Soledad Aguilar
Esta pandemia nos ha enfrentado a un sinnúmero de nuevas realidades que hemos ido vivenciando cada uno desde nuestro rol. Alguien se ha detenido a pensar cómo los niños han ido enfrentando este proceso. Cuando nosotros cómo adultos con comprensión total del tiempo se nos ha hecho difícil entender y aceptar cuánto durará este proceso y cuándo se podrá hablar de la normalidad, aunque nueva pero normalidad al fin; ahora bien, los niños quiéne;aun no tienen esta compresión total del aspecto temporal y que su única medida del tiempo era marcada por su asistencia al colegio por los eventos que allí se celebraban, por las visitas a sus familiares en fin de semana, por el tiempo entre clases donde disfrutaban de su recreo, ¿se pueden imaginar desde esta perspectiva entender el tiempo en cuarentena? cuando su único referente de repente se desvaneció. Si no logran comprender todavía el ayer, el ahora ¿qué tan abismal suena para ellos el “tiempo indefinido”?.
Debido a esto, es probable que muchos experimenten ansiedad. Pero, ¿cómo pueden ayudar los padres a sus hijos en esta situación?
Es necesario establecer una rutina consistente y consciente, esto se refiere a establecer periodos bien definidos del día en los que deban realizar cierto tipo de actividades, estos deben ser acordados y en lo posible organizados en conjunto, pues a veces nosotros como adultos ya tenemos organizado nuestro día y sabemos que va a pasar y asumimos por ende que nuestros niños lo saben pues “siempre lo hacen” pero si no se estructura previamente incluso de manera concreta con algún apoyo visual; para los niños cada día será un nuevo aprendizaje de apropiación del tiempo lo que resulta realmente agotador y genera ansiedad si no son capaces de anticipar sucesos.
Otra idea clave en estos días es limitar la exposición al fatalismo, escuchamos noticias poco alentadoras que nos llegan a asustar, nos mantiene en una incertidumbre constante, no sabemos cuándo va a pasar por lo que la palabra indefinidamente se ha escuchado ya muy seguido es necesario aliviar sus miedos sin dejar de ser realistas, pero cabe mencionar que no es cuestión de inventarse un mundo sin problemas, ni prometer cosas que no podremos cumplir pero vale aclarar términos que resulten ajenos y de difícil comprensión. Por ejemplo referentes al tiempo, si les decimos que esto será indefinido no lograremos que ellos comprendan y generaremos más confusión es mejor dar respuestas más concretas; por ejemplo decirles que debemos esperar un tiempo largo, sin hacerse cargo de lo que uno no puede controlar pues depende de las medidas y evolución en cada localidad, lo que uno si puede asegurar es la seguridad, la información y el respaldo que les podemos brindar a los niños durante este proceso, esto seguramente aliviará mucho el peso del tiempo que no podemos explicar.
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