Conversar es mejor que ocultar...
por María Soledad Aguilar
El coronavirus ha pasado de ser un tema de noticiero para ser un tema de nuestra cotidianidad. Para los niños, con el cierre del colegio, este ha pasado de ser un tema ajeno o extranjero a ser un tema que les afecta directamente, han dejado de ir al colegio, se han enfrentado al encierro, han dejado a de ver a sus parientes, han dejado rutinas o las han cambiado por otras, han visto a sus padres trabajar en casa, mantener muchas veces un grado de estrés mas alto que el cotidiano.
Es muy importante saber cómo explicar el tema del coronavirus a niños pequeños. Los niños han empezado a preguntar su cambio de rutina más notorio, por qué ya no puedo ir al colegio, al principio puede que incluso les haya resultado novedoso, divertido y gracioso estar en casa todo el tiempo con sus padres, claro entiendo que esto aplica solamente a una parte de la población dónde la casa es uno de sus lugares seguros, hay muchos hogares en los que los niños no están a salvo, no representa un lugar seguro y donde la rutina no sólo es diferente sino agresiva para ellos.
En parte de la población mundial que han dejado de asistir a la escuela se está supliendo esto con estrategias tecnológicas y recursos en línea que, con la guía adecuada y el seguimiento permanente; la planificación oportuna han llegado a establecer el proceso de enseñanza aprendizaje ajustado a la nueva situación, sin embargo, para muchos niños esta realidad no empata con sus vivencias, simplemente es un derecho que han dejadode recibir.
Sea cual fuere el escenario los niños pequeños han tenido que cambiar su rutina con una rapidez casi inmediata, esto trae sin duda muchas preguntas; es importante, cuando nos enfrentamos a las preguntas de nuestros niños ser veraces en lo que decimos, contarles que ciertamente es un virus peligroso, que es contagioso y que lo que hacemos es para cuidarnos y cuidar a los demás, es importante validar las emociones, está bien estar asustado o triste incluso enojado y es bueno decirle a alguien y conversar lo que nos pasas, es importante contarles a breves rasgos los síntomas y comentarles que en la mayoría de los casos se recuperan bien, es importante también darles noticias positivas: que hay mucha gente investigando, muchos científicos tratando de tener una cura o una vacuna y que hay muchos médicos que están ayudando.
Ante este panorama, nosotros cómo adultos debemos:
Acompañar cuando los niños manifiesten sus sentimientos. No ignorar miedos o dudas.
Adaptar nuestro lenguaje a la edad de los niños y a los conocimientos, incluso podemos usar dibujos o material visual de apoyo
Dar información oportuna no dejar preguntas incompletas pues ellos van a tener que recurrir a explicaciones más fantasiosas que pueden confundirlos o atemorizarlos más.
Hablar con frecuencia,pero no saturarles, no es cuestión de caer en extremos por un lado no queremos que este tema del virus sea un tema tabú que nadie lo puede mencionar, ni ir al otro extremo que llegue a cansar y colmar de información que ni siquiera han pedido.
Promover espacios de encuentro con los niños para que ellos se sientan tranquilos, para escuchar compartir y explicar.
Evitar largas explicaciones que en vez de aclararles les confundan, hay que explicar de manera clara, tranquila y precisa.
Explicarles que éste es un virus nuevo también nos ayudará cuando no tengamos una respuesta a las preguntas de nuestros niños. Es válido no saber todas las respuestas.
También es importante después de explicarles, darles la salida o la solución (otorgarles ese poder sobre el virus), mantenernos en casa, evitar tocar la cara y sobre todo lavarse las manos, sin dar mayores responsabilidades de lo que pueden manejar, sin convertirlos en superheroés.
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