Entre tableros y fichas... Aprendo
por María Soledad Aguilar
*Matemáticamente, hay más juegos de ajedrez posibles que átomos en el Universo Observable *
El ajedrez en el área educativa tiene muchos beneficios, lo que ha llevado a algunos países a incluirlo dentro de su currículo.
Un artículo publicado en el periódico New York Times, relató una investigación en la que los jugadores de ajedrez, al momento de una partida, ponen en funcionamiento ambos hemisferios del cerebro: se utiliza el izquierdo para identificar las piezas y el derecho para reconocer patrones o jugadas. Por lo que no sólo fomenta el aprendizaje racional, sino que también estimula el desarrollo creativo.
Con una adecuada metodología se puede llevar el ajedrez a toda edad y enseñarles a los niños y las niñas mucho más que sus reglas, con él también aprenden matemáticas, alfabetización,fomenta el trabajo en equipo y permite desarrollar habilidades de pensamiento crítico, es un verdadero gimnasio mental pues permite desarrollar destrezas para calcular, visualizar, solucionar problemas, planificar, analizar, aumentar la memoria y sus periodos de atención, mientras aprenden valores como el respeto, la tolerancia, la responsabilidad, la autocriticidad, el manejo de pérdidas y ganancias.
El ajedrez en el aula es una oportunidad para trabajar activamente ambos hemisferios cerebrales desde el juego y la manipulación. De modo que los estudiantes, según menciona acertadamente David Perkins, sean capaces de pensar y actuar flexiblemente para resolver problemas, crear productos e interactuar con el mundo que les rodea.
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